miércoles, 14 de septiembre de 2011

Narco - Pop

Drug Market
Coahuila
Al estilo Sinaloa
Al estilo Sinaloa
La Barbie
NARCO POP | México está fascinado por el narco

El mundo entero está fascinado con el narcotráfico. Todo mundo quiere pertenecer a un bando que le proporcione alguna entrada económica. Trabajar muy poco y ganar muy bien, parece ser el lema de nuestra generación.

No me dejarán mentir que de niños siempre preferíamos jugar al ratero que al policía. Nuestra familia nos amenazaba si no estudiábamos con enviarnos al “instituto patrulla”…. para terminar de tamarindo. Lo interesante del narco y la cultura que ha generado a su alrededor, es que demuestra los anhelos y esperanzas del dinero fácil.

Michel Pineda (Juchitàn Oax. 1988) nos muestra versiones Pop de los acontecimientos diarios del crimen organizado.  Michel fotografía lo que está en la calle, recurre a las imágenes que nos da la nota roja, el Proceso, el blog del narco y todos los medios que no firmaron el Acuerdo para la Cobertura Informativa de la Violencia del Crimen Organizado, pacto de Iniciativa México 2011 (por las dos grandes televisoras - poderes del país), para crear su obra.

Acude a los objetos encontrados en su andar por los distintos barrios de Oaxaca y que son “pepenados” visual o físicamente. Un simple cortaúñas  con la bandera americana, pero seguramente de manufactura China, parece el arma perfecta para apuñalar a la banda rival. Objetos que cuelgan de cables de luz, como zapatos, maniquíes y máscaras, son utilizados para realizar analogías con las imágenes de los colgados en la los puentes con sus narco-mensajes para aterrar a la banda rival; o las imágenes de los descabezados encontrados por todo Guerrero.

 Con bastante ironía recrea la figura de acción de la Barbie –Edgar Valdez Villareal-, uno de los sicarios mejor vestidos y más sanguinarios del país. Algunos dicen que su apodo viene de cuando jugaba fútbol americano, gringo al fin y al cabo. Otros, que se debe a sus ojos azules, piel clara y finas facciones… Es quien se ganó la confianza de Joaquín El Chapo Guzmán Loera y de Ismael El Mayo Zambada, máximos líderes del cartel de Sinaloa. El que enfrentó al cartel del Golfo y a Los Zetas en Tamaulipas y que al hacerlo inauguró una modalidad: grabó un interrogatorio y el asesinato de cuatro Zetas (El País, 1 agosto 2010).

A fin de cuentas las imágenes de violencia, censuradas por los medios, ya se encuentran en nuestro inconsciente y basta un buen encuadre o conjunción de elementos para detectarlos.

Guillermo Fricke

viernes, 20 de mayo de 2011

Cartografía de Juchitán





domingo, 5 de diciembre de 2010

Nueva Ola Istmeña







Nueva Ola Istmeña
Ruptura es un término que suena fuerte. Se refiere básicamente a un distanciamiento, algo que implica una determinada toma de posición: un cambio de las piezas en el tablero del juego. Si no pretendemos extraviarnos en ese movimiento, es necesario elaborar un plan de ataque. Un discurso. Si este discurso se elabora en las prácticas cotidianas del arte, en las formas, los materiales, los contenidos, o en las intuiciones vertidas alrededor de una caguama bien fría, eso ya se verá en el desarrollo del juego. En los procesos.
De entrada se puede afirmar que el arte oaxaqueño vive un período de ruptura cuyo referente inmediato sería su antítesis: la comercialización de lo étnico, la puesta en marcha de toda una industria de la iconografía autóctona para consumo de un Occidente fastidiado, ávido de exotismos. La especulación sobre “lo auténtico”. La inserción del arte en un modelo económico basado en el turismo.
No es de extrañar que el arte emergente oaxaqueño haya desarrollado cierta fobia al folclor.
¿La respuesta? Voltear a Occidente y contemplarlo con ánimo etnográfico. Absorber la incesante acumulación de imágenes que ofrece el capitalismo, desde una perspectiva trópicocentrista. Trasladar las periferias al centro. Se requieren altas dosis de ironía para lograrlo.
Pienso que ahí se inserta el trabajo de estos artistas istmeños. Se mueven mejor en las calles que en los museos. Sus referentes clásicos han sido filtrados por el gran ojo de la cultura popular: la animación japonesa, los cómics de Marvel, el under norteamericano, la publicidad, la gráfica urbana. A los materiales convencionales se agrega el aerosol, el humo, el reciclaje o el azar de las instalaciones.
Ahí está, pues, la posición: lo realmente exótico es sobrevivir a esta sociedad mediatizada y sostener cualquier identidad. Eso, mucho sentido del humor y algo de narcisismo colectivo. En lo formal, cada integrante de la NOI mantiene una autonomía notoria, que en todo caso refleja esas antiguas y repetidas tensiones que hacen del arte algo divertido: Duchamp contra Picasso, Warhol contra Gauguin, Juchitán al centro, Nueva York en la periferia. Todo depende de cómo se muevan las piezas en el tablero.

Fernando Lobo